En
noviembre de 2009 apareció su primer álbum, My World,
que en su primera semana alcanzaría la sexta posición de la
Billboard. De él se extrajeron tres singles también
superventas: One less lonely girl, Love
me y Favorite girl. Con una fusión de pop y R&B
en la que se ha visto la influencia de Michael Jackson, y
promocionado mediante numerosas actuaciones en directo en la
televisión, My World lanzó definitivamente a
Justin Bieber al estrellato. En la navidad de 2009 cantó para Barack
Obama y su familia en la Casa Blanca, en enero de 2010 presentó la
gala de los premios Grammy y, poco después, lanzó su segundo
álbum, My World 2.0, que alcanzó el número uno de la
Billboard en su primera semana, hito jamás conseguido por un artista
de su edad desde los tiempos de Stevie Wonder.
El
nuevo álbum, presentado en realidad como una segunda parte del
primero, mostró un Bieber más maduro y un mayor apego al R&B
que su predecesor. Tras una serie de actuaciones en televisión y en
distintas ciudades de Estados Unidos y Canadá, Bieber inició en
junio de 2010 la promoción a escala global de este segundo disco con
la gira mundial My World Tour. Mientras su popularidad no
cesaba de aumentar, llegaron los primeros reconocimientos de la
industria: en septiembre de 2010 recibió el premio MTV al mejor
artista revelación por su single Baby (adelanto
de My World 2.0), cuyo videoclip había sido el más
visto en YouTube dos meses antes.
Con
unos inicios como éstos, es evidente que la carrera de este joven de
apariencia tímida y facciones angelicales tendrá aún un largo
recorrido. La atracción que ejerce es tal que en más de una ocasión
han tenido que suspenderse sus conciertos: la cantidad de seguidores
que congregan supera en tal medida las previsiones que los
organizadores no pueden garantizar la seguridad del acontecimiento.
Bieber,
sin embargo, no se considera a sí mismo como una estrella para
consumo de adolescentes. En una ocasión declaró: "Creo que la
gente adulta puede apreciar mi música porque muestro sinceramente mi
corazón cuando canto, y eso no es cursilería. Pienso que puedo
seguir creciendo como artista, y mis seguidores crecerán conmigo."
Y frente al optimismo irreflexivo de otros jóvenes intérpretes,
afirmó: "La vida real no es perfecta, y mis canciones intentan
reflejarlo. Sólo podemos intentar extraer lo mejor de lo que
tenemos." Así quedó de manifiesto en temas como Down
to earth, sobre la traumática experiencia que supuso el divorcio
de sus padres.
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